Música
para un cerebro saludable
En
este articulo de José A. Rodríguez para Eroski Consumer nos detallan los
beneficios de la música durante la
infancia ayuda a que se formen conexiones alternativas en el cerebro de los
niños. Un factor que, además, permite que mejore el rendimiento cognitivo en
otros ámbitos, aparte del musical. Además, una reciente investigación señala
que las clases de música en la infancia pueden convertirse en una de las
mejores inversiones para la salud cerebral del futuro anciano y compensar la
pérdida cognitiva propia del envejecimiento.
Numerosas
investigaciones han demostrado que escuchar música durante la infancia o
recibir clases de música tiene un importante efecto positivo para el desarrollo
cognitivo y social de los más pequeños. Un estudio realizado por científicos de
la Universidad Northwester, en EE.UU., mostró que la formación musical genera
conexiones neuronales que mejoran otros aspectos de la comunicación. Por este
motivo, los niños que estudian música tienen un vocabulario más amplio y una
mejor capacidad de lectura.
Beneficioso
para el cerebro
Pero
recibir una formación musical durante la infancia puede tener beneficios
también muchos años después. Según un análisis realizado por psicólogos del
Centro Médico de la Universidad de Kansas (EE.UU.), y publicado por la
Asociación Americana de Psiquiatría, recibir clases de música en la infancia
ayuda a que el futuro anciano disfrute de un mejor funcionamiento cognitivo.
El
estudio musical ayuda a crear conexiones alternativas en el cerebro que
permiten compensar la pérdida cognitiva propia de la vejez
Para
este estudio, los investigadores distribuyeron a 70 personas de entre 60 y 83
años de edad en tres grupos en función de su experiencia musical. Uno de los
grupos era el de las personas que no habían recibido ningún tipo de formación
musical. Otro estaba formado por mayores que habían empezado a estudiar música
en la infancia y habían recibido formación durante menos de nueve años. Y en el
tercer grupo estaban los ancianos que habían estudiado música como mínimo diez
años.
Todos
los participantes contaban un nivel de estudios y un estado de forma física
similar y no tenían signos de sufrir la enfermedad de Alzheimer. Además,
quienes habían recibido algún tipo de formación musical, habían empezado a
estudiar música hacia los diez años de edad, aproximadamente. En cuanto al tipo
de instrumentos, más de la mitad habían recibido clases de piano, mientras que
casi una cuarta parte de los participantes habían aprendido a tocar
instrumentos de viento. Y varios se habían formado en percusión.
Con
música, un cerebro con más memoria
Los
participantes tuvieron que realizar tests de rendimiento cognitivo. Los
investigadores querían evaluar funciones cognitivas que suelen disminuir con la
edad y que empeoran cuando se sufre algún tipo de demencia.
Los
ancianos que había recibido algún tipo de formación musical obtuvieron mejores
resultados que los que no la habían recibido. Asimismo, las personas que tenían
más años de formación musical fueron las que, en general, obtuvieron mejores
resultados, sobre todo, en las pruebas de memoria visual, en las de nombrar
objetos y en flexibilidad cognitiva (la capacidad de la mente para adaptarse a
la nueva información).
Brenda
Hanna-Pladdy, autora principal del estudio, Señala : “realizar una actividad
musical durante toda la vida es un ejercicio cognitivo estimulante que ayuda a
que el cerebro se enfrente mejor a los problemas del envejecimiento. Asimismo,
como el estudio de un instrumento musical requiere años de práctica,
seguramente favorece la creación de conexiones alternativas en el cerebro que
permiten compensar la pérdida cognitiva propia de la vejez”.
Para
un cerebro sano, más años de educación musical
A la vista
de los resultados de este estudio, no es necesario tocar un instrumento toda la
vida para beneficiarse de las lecciones musicales recibidas durante la
infancia.
La
mitad de los participantes en la investigación que habían percibido una
formación musical hacía años que no practicaban. Y obtuvieron los mismos buenos
resultados que las personas que habían estado tocando toda su vida. Así que,
como opinan los investigadores, parece ser que son más importantes los años de
educación musical recibidos en la niñez que continuar tocando un instrumento
toda la vida.
Otros
beneficios de la formación musical durante la infancia
Más
allá del aumento del rendimiento cognitivo en diversos ámbitos, aprender música
durante la infancia ofrece otra serie de beneficios a nivel psicológico y
social:
ayuda
a mejorar la capacidad de concentración.
los
niños que tocan en bandas u orquestas aprenden a trabajar en equipo, lo que
fomenta valores como la cooperación y la solidaridad.
la
música es una actividad placentera que, además, puede ser muy relajante.
estudiar
un instrumento musical fortalece la autoestima.
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