Decálogo
de cómo ser un excelente profesor de música
Si
bien un “Profesor” es la persona que ejerce y enseña una profesión o arte; no
todas las personas que generalmente lo hacen tienen la capacitación total con
excelencia, sabiduría, vocaciòn y pedagogía necesarias para cumplir dichas
funciones.
No
basta con tener “buenas intenciones” y un conformismo simplista y de baja
calidad como los hay por centenas; hay que tener una programación y enfoques de
estudios metodológicos; cultivación y labor creciente en su metier, y también
deberes y obligaciones hacia los educandos, respetando sus tiempos e
inversiones que ellos hacen en busca de una estupenda orientación que muy rara
vez loes llega como debiera ser.
¿Cuáles
son las responsabilidades del profesor?
1) Debe
luchar contra la incomprensión y obstáculos de toda índole que encuentre en su
labor además de cumplir una función didáctica con conocimientos profundos de
causa y a la altura que lo requieran las circunstancias frente al educando y su
grado de estudio en el instrumento.
2)
Debe lograr con estudio continuo y permanente el estar en forma y al día con
sus labores técnicas a aplicar y explicar.
3)
Debe saber y hacer notar que cuando el alumno se recibe “no ha terminado sus
estudios” sino que recién se está poniendo de pie y que necesitará por lo menos
de 5 a 8 años más de estudios de perfeccionamiento para poder hablar y
desempeñarse con propiedad y cabalidad en sus funciones didácticas y activas.
Destacar que: ningún profesional deja de estudiar al recibirse, pues debe
profundizar sus conocimientos y continuar con el estudio de los que ya conoce.
Es
evidente que ni dos o tres años de estudios postgrado alcanzar para conocer
todo lo que falta por conocer y que no se puede dejar de conocer, pues son
obras de capital importancia, y por lo tanto, el estudio no podrá detenerse
nunca, y esto se refiere tanto a las obras importantes desde el punto de vista
musical, como de aquellas que primordialmente se refieren al desarrollo de la
técnica.
4)
Debe aplicar “docencia” con “decencia”; no sólo cobrar una cuota mensual a sus
alumnos y darles lo mínimo, aplicando la ley del “mínimo esfuerzo”, el “no
puedo” o “hace años que no toco”, o alguna paparruchada similar de mediocres.
5)
Debe cultivar el instinto musical del alumno; el sentido de la sonoridad;
generalmente descuidado o ignorado, pues una buena técnica no es aquella que
sólo permite tocar velozmente y con precisión, sino la que; además permite
hacer sonar al instrumento de diferentes maneras y con calidad.
6)
Debe ser un profesional en serio, y no en serie. Debe ser un gestor cultural,
ya que la cultura y el entretenimiento ocupan hoy el primer lugar en el mundo
globalizado en que vivimos; y se supone…que lo que él imparte, justamente, es
cultura; pero no cualquier forma en esa culturización, ya que producir cultura
no es solo escribir una pieza musical, pintar un cuadro o escribir un libro; es
también tener las herramientas propias de un excelente saber por estudios
especializados adquiridos, y volcar el máximo de conocimiento y aporte a los
que iniciaron el camino, y que generalmente no tienen la correcta y debida
orientación profesional profunda y seria.
7)
Debe construir, mejorando; buscándose y dándose a sí mismo el tiempo necesario
para seguir edificando su propio edificio para albergar a los que a él lleguen
buscando luz y conocimientos sólidos.
8)
Debe ser altamente competitivo; tener estudios superiores de postgrado; impacto
y proyección de nivel internacional; tener talento y ejercitarlo tanto como el
músculo; y debe caminar con soltura por los pretiles de su asignatura. Además
deberá ser concienzudo; equilibrista tenaz entre el ayer y el hoy; tener
expresiones imitativas y propias entre los tiempos del ayer, del hoy y el
futuro, entre la comarca y el mundo.
9)
Debe proyectar, diseñar y ejecutar; impulsar y generar oportunidades a la
actividad creadora y artística. Será un factor de peso y clave para el
desarrollo real del material humano que llega a sus manos. Debe exigir la
excelencia en forma creciente; una actitud profesional aunque en los hechos el
educando no haya llegado en el tiempo a todos los detalles; rigor en el
cumplimiento de las metas trazadas por el propio alumno; responsabilidad y
creatividad en ellas.
10)
Debe sostener y permitir a sus alumnos aventurarse hacia lo desconocido; dar y
saber buscar la alegría; no retacear sus conocimientos; debe prodigarlos a
quienes “realmente lo merezcan”, ya que la formación excelente de futuros
profesionales y artistas es tan valioso para el desarrollo de una comunidad
como de un país.
Por
lo expuesto: Si usted, distinguido(a) colega, es incapaz de sentarse
diariamente cuando dicta sus clases frente al instrumento, para aplicar a sus
alumnos un pasaje, una digitación, una pedalización, un fraseo o cualquier otra
cosa, de cualquier año; NO DEBE EJERCER SU PROFESIÓN y menos: EJERCERLA A
MEDIAS! Pues está engañando a sus alumnos y haciéndoles perder su tiempo, y el
tiempo es oro!
No se
debe abusar de la buena fe y del desconocimiento en la materia que tanto puedan
tener los padres como los alumnos; no se puede confundir la ingenuidad con la
estupidez, pues eso es simple y llanamente una ESTAFA, y eso es indecoroso e
indefendible.
Todo
profesional debe conducirse y conducir con criterio, honestidad y sapiencia.
Debemos
desmalezar y cortar de raíz los yuyos del jardín del arte, para ver crecer las
rosas que mañana engalanarán nuestras vidas.
Carlos
Jorge Lapenne
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