Hallan vínculo cerebral entre lenguaje y música
Letra y música van juntos de manera tan natural que
parece algo obvio. Ahora la ciencia confirma que ambas destrezas están vinculadas en el cerebro, lo cual podría redundar en mejores tratamientos para
quienes hayan sufrido un derrame.
Se ha descubierto que
el procesamiento del lenguaje y la música
instrumental en el cerebro están superpuestos y las
nuevas investigaciones indican que la musicoterapia intensiva puede ayudar a
los pacientes de derrames a recuperar el habla, se informó el sábado
en la reunión anual de la Asociación Estadounidense para el Fomento de la
Ciencia. Además, la educación musical puede ayudar a los niños
disléxicos o autistas a a usar el lenguaje con
mayor precisión. Los que han sufrido un derrame grave en el
hemisferio izquierdo del cerebro y no pueden hablar suelen aprender a
comunicarse mediante el canto, dijo Gottfried Schlaug, profesor adjunto de neurología en la Universidad de Harvard. "La
actividad musical es una experiencia multisensorial que activa vínculos con varias partes del cerebro",
dijo Schlaug. El neurólogo mostró un video de un paciente que sólo podía
producir sonidos ininteligibles cuando hablaba, pero que era capaz de cantar
las palabras "tengo sed", en tanto otro cantaba "feliz cumpleaños".
"Una persona que
ha perdido la capacidad de hablar y puede decir que tiene hambre o sed, o
preguntar dónde está
el baño, muestra una mejoría", dijo Schlaug, quien aplica la
llamada terapia de entonación melódica.
Hace ya un siglo se
conocía de personas que habían perdido el habla a raíz de una apoplejía, pero que podían cantar. Ahora se realizan pruebas para averiguar si se puede usar la
música como terapia.
Los estudios se
realizan con personas que han sufrido un derrame grave en el hemisferio
izquierdo y la terapia puede requerir mucho tiempo, advirtió.
Nina Kraus, directora
del Laboratorio de Neurología Auditiva de la
universidad Northwestern, dijo que la formación musical acrecienta la habilidad del cerebro en otras áreas, de acuerdo con estudios recientes.
Por ejemplo, dijo, un músico habituado a detectar patrones de sonido
es más capaz que otras personas de reconocer la
voz de un amigo en un ambiente ruidoso.
"La experiencia
musical mejora destrezas que son importantes en la vida cotidiana", dijo
Kraus.
"Tocar un
instrumento puede ayudar a los niños
a procesar mejor el habla en un aula ruidosa y a interpretar con mayor precisión los matices de lenguaje transmitidos por
cambios sutiles en la voz humana", agregó.
Destacó que uno suele usar patrones musicales cuando
aprende a hablar y cuando habla con bebés.
"El sistema
auditivo humano se ajusta gracias a las experiencias con el sonido a lo largo
de la vida. La formación musical no sólo beneficia el procesamiento de los estímulos musicales. Hemos descubierto que los años de formación musical también mejoran el
procesamiento de sonidos para el lenguaje y las emociones", dijo Kraus.
"Las mismas
reacciones que están acentuadas en los músicos son deficientes en poblaciones clínicas tales como los niños disléxicos
y los autistas", añadió.
Los nuevos estudios de
las ondas cerebrales imitan los patrones de sonido que escucha el individuo,
dijo Kraus. Sea con lenguaje o música
instrumental, se pueden registrar las ondas cerebrales y luego emitirlas para
escuchar el sonido, hecho que demostró
con una serie de grabaciones.
Aniruddh D. Patel, del
Instituto Neurológico de San Diego, dijo
que la música abarca no sólo centros muy especializados sino grandes áreas de ambos lados del cerebro.
"Los sustantivos y
adjetivos son muy distintos de los tonos y acordes y la armonía, pero las partes del cerebro que los
procesan se superponen", destacó.
Algunos científicos, entre ellos Darwin, han conjeturado
que la destreza musical en los seres humanos podría ser anterior al lenguaje, dijo Patel.
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