Germán Sabogal

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La terapia ocupacional

TERAPIA OCUPACIONAL
La terapia ocupacional es una disciplina que tiene como objetivo la instrumentación de las ocupaciones para el tratamiento de la salud del hombre. El terapista ocupacional trabaja por el bienestar biopsicosocial, asistiendo al individuo para que alcance una actitud activa respecto a sus capacidades y pueda modificar sus habilidades disminuidas.
En otras palabras, la terapia ocupacional busca que una persona con limitaciones físicas o psíquicas pueda tener una vida independiente y valore su propio potencial. La terapia ocupacional puede ayudar en el tratamiento de lesiones cerebrales y de la médula espinal, enfermedad de Parkinson, parálisis cerebral, debilidad general y en la rehabilitación post-fracturas.

En concreto, entre las áreas en las que opera la citada terapia ocupacional están además los marginados sociales, la geriatría, la discapacidad intelectual, la salud mental, la drogodependencia o la intervención comunitaria.
Esta disciplina apela a diversas actividades para ayudar al sujeto a adaptarse de manera efectiva a su entorno físico y social.
Cabe destacar que ocupación no debe entenderse como trabajo o empleo, sino como todas las tareas en las que el paciente se ocupa. Estas ocupaciones varían con la edad: en la terapia ocupacional para niños, las ocupaciones relevantes serán jugar y aprender, por ejemplo.
De esta forma, la terapia ocupacional se encarga de la prevención, el diagnóstico funcional, la investigación y el tratamiento de las ocupaciones cotidianas en diferentes áreas, como el cuidado personal (la alimentación, la higiene), el esparcimiento (los juegos y las actividades lúdicas) y la productividad (las actividades escolares o laborales).
El terapeuta ocupacional es el que se encarga de llevar a buen puerto y desarrollar las técnicas, herramientas y acciones que dan forma a este tipo de terapia. Un profesional que tiene sus orígenes en el siglo XVIII. Concretamente en el año 1793 es cuando por primera vez se establece la figura de un terapeuta de esta modalidad y ese no es otro que el psiquiatra francés Philippe Pinel, que en aquel momento realizó un trabajo que supuso una auténtica revolución en la sociedad.

Y es que dicho médico, especialista de las enfermedades mentales, apostó por romper con las normas impuestas hasta ese instante. Así, abandonó la idea de que los pacientes con dichas patologías debían estar encadenados o que debía hacérseles sangrías y apostó por trabajar con ellos a través de un tratamiento más moral, con objetivos terapéuticos.
Por último, puede destacarse que el terapeuta ocupacional debe cumplir con tres etapas en su formación: una fase médica (relacionada con las ciencias médicas básicas), el estudio de las actividades terapéuticas para los tratamientos de rehabilitación y la práctica clínica.
Una formación esta que será conseguida por aquel a través de los diversos grados universitarios que actualmente pueden encontrarse formando parte de los planes educativos de muchos países a lo largo de la geografía de todo el mundo.
De esta manera, después de varios cursos y asignaturas el terapeuta ocupacional estará perfectamente capacitado para trabajar con sus pacientes en base a sus patologías. Así, teniendo en cuenta las mismas podrá poner en marchar tratamientos sustentados, por ejemplo, en técnicas de reeducación en la psicomotricidad.


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